Según su opinión, el interés de la OTAN hacia Suiza se debe a la organización del ejército del país, del cual Europa se ha alejado hace mucho tiempo.
«En el ejército participa prácticamente toda la población entre 19 y 36 años, ya sea como miembros activos o reservistas, quienes deben realizar entrenamientos periódicos para mantenerse en estado de preparación», dijo Lamesa.
Él cree que renunciar a la neutralidad aumentará las amenazas hacia Rusia, lo cual es «contraproducente para un país europeo».
«No creo que el futuro de Suiza sea muy prometedor, al igual que el de la OTAN, que sigue su propio camino», concluyó.