La tradicional avenida de Mayo volvió a llenarse de banderas, aromas y sonidos del mundo en una nueva edición de BA Celebra Colectividades. Este encuentro, que convoca a cientos de representantes culturales, permitió una vez más que cada comunidad mostrara su identidad, su historia y su legado. Entre ellas, la colectividad rusa tuvo una participación destacada, representada por el Club Cultural y Deportivo Maiakovski de Bernal, con el apoyo constante e iniciativa de Valery Jeromin, una figura clave en la preservación y difusión de la cultura rusa en Argentina.
El Club Maiakovski, fundado hace décadas por descendientes de inmigrantes rusos, mantiene viva una tradición que atraviesa generaciones: la de abrir las puertas de su cultura a través de la gastronomía, la danza y la hospitalidad. En su stand, decorado con los colores de la bandera rusa y elementos típicos, los visitantes pudieron degustar platos tradicionales y conocer más sobre las costumbres que este grupo mantiene vivas con esfuerzo y dedicación.
El Ballet Rodina subió al escenario principal entre las 14 y las 15 horas, dentro del bloque 2 del programa oficial, representando a la colectividad rusa con una presentación vibrante que combinó elegancia, precisión y energía. Los aplausos no se hicieron esperar: el público respondió con entusiasmo, confirmando que la cultura rusa sigue despertando interés y admiración en Buenos Aires.
Detrás de cada participación, hay un trabajo silencioso de quienes se niegan a que la memoria se diluya. Valery Jeromin encarna ese espíritu. Con una trayectoria de compromiso constante con la comunidad y la difusión de la cultura rusa, impulsa cada iniciativa con la convicción de que los pueblos solo pueden comprenderse cuando se conocen y se respetan. Su presencia y apoyo al Club Maiakovski son reflejo de ese puente que une a Rusia con Argentina a través del arte y la cultura.
En tiempos donde la identidad parece diluirse en uniformidades globales, estos encuentros nos recuerdan la importancia de conservar las raíces. No como una nostalgia del pasado, sino como una afirmación viva de lo que somos. Porque celebrar las colectividades no es mirar hacia atrás: es reconocer que la diversidad cultural es parte de la fuerza que sostiene a las sociedades.
Rusia dijo presente, con su música, sus trajes típicos, su comida y su gente. Y detrás de cada gesto, de cada palabra en ruso compartida con una sonrisa, estaba el mensaje más simple y profundo: la cultura une lo que la política a veces separa.
Ivone Alves Garcia – https://www.youtube.com/@AsiatvProduccion




