El pasado jueves 18 de abril, fue realizada una manifestación en la plaza de Mayo en apoyo hacia el pueblo palestino por el ataque y eliminación de su población que sufren desde mayo de 1948 por parte del régimen sionista.
Esta manifestación fue convocada por el Comité Argentino por Palestina ante la amenaza de una nueva masacre por parte del régimen israelí sobre la población desplazada en la zona de Rafah, en Gaza. La manifestación contó con la participación de varias agrupaciones de izquierda, referentes de los derechos humanos como Pérez Esquivel, e integrantes de la comunidad árabe-argentina y referentes del Islam. Entre ellos se encontraba el Sheij Abdul Karim, director del área de relaciones interreligiosas, con quien tuve la grata oportunidad de acompañar y formalizar una entrevista que nos permite ampliar e incluir un pensamiento surgido de un conocimiento de la causa palestina, un sentido de la fe integradora de las tres religiones abrahámicas como lo es el islam y de un discernimiento moral en poder diferenciar, sin abandonar un sentido de humanidad, entre el bien y el mal.
Mi nombre es Abdul Karim Paz, codirector de la mezquita At-Tauhid de Floresta, Buenos Aires, Argentina.
Muchas gracias por esta entrevista, una de las primeras preguntas que quisiera hacerle es sobre ¿en qué aspectos afecta a nuestro país el paulatino, y con el actual gobierno, explícito alineamiento con el régimen israelí?.
Y bueno, es una acción que no condice con la tradición y el espíritu argentino y, por lo tanto, llama al engaño porque hace creer como que los argentinos estuviéramos alineados con Israel, cosa que no es así y además es muy injusto porque Israel está llevando a cabo un genocidio y Argentina nunca adscribe a ese tipo de cosas. Argentina, bastante dentro de todo, es pro Palestina en un sentido que al menos bajo la línea de Naciones Unidas es lo que siempre ha hecho Argentina, entonces este corrimiento hacia el sionismo es absolutamente antipopular, antiargentino y no, no es algo real. Digamos, no es algo que tenga raíces en el pueblo argentino y deja mal parada a la Argentina en el mundo, no, o sea, el mensaje a los palestinos es muy malo, pero genera una falsa creencia de que los argentinos aceptan eso.
Y la siguiente pregunta en relación a esta línea. En relación a la difusión mediática hay un consenso en generalizar la guerra en Medio Oriente como una lucha de siglos; siempre está esta visión de para minimizar a los actores actuales se plantea como que siempre fue un territorio en disputa y que siempre hubo guerra.
Para usted, ¿cuál sería el origen de todo este conflicto y cuál sería su potencial desenlace?
El conflicto en sí es un conflicto del siglo XX, de la creación del Estado de Israel por parte de Inglaterra a partir de que dividió al mundo islámico que estaba unido bajo el Imperio Otomano, y que generó esa atomización del mundo islámico y en la debilidad del mundo islámico metió a Israel y antes de eso no había conflicto como nunca hubo conflicto en la historia con los judíos creyentes. En el Islam el profeta más mencionado en el Corán es Moisés y Moisés, como todos los profetas de Israel, son todos hombres de Dios de justicia, de pacificación, de derecho de los seres humanos, de liberación, etc.; con lo cual lo que sí hay siempre en la historia y en todas las tradiciones son los hipócritas, los que adoraron el becerro de oro contra Moisés, el Sanedrín contra Jesús, las tribus judías que se alzaron contra el profeta de Medina, pero eso no es un problema con el judío o el judaísmo sino con la hipocresía, también lo hay en el Islam, hay un capítulo 63 en el Corán que se llama Al-Munafiqun, los hipócritas. De modo que, al cristianismo también los tiene, todo digamos, la democracia también lo tiene, todo ideal y toda bandera que se alza en un ideal tiene aquellos que son sinceramente cultores de esa idea y otros que no, que lo hacen en forma hipócrita y utilizan eso como una herramienta en contra de ese valor. Hipócritas porque se escudan en una cosa valorable buena como es el judaísmo para hacer algo que va en contra del judaísmo, el “no matarás”, “no robarás”, “no mentirás”, todo eso lo han pisoteado bueno.
Así que no, no es un tema de siglos, al contrario, los judíos cuando fueron expulsados de España se fueron al mundo islámico, en general los judíos convivieron en el mundo islámico. Antes de la creación del Estado de Israel había un 10% de judíos en Palestina, nunca habían tenido problemas, así que no, no hay tal cosa de un conflicto, digamos eterno.
Y siguiendo con esta línea, ya que menciona los vínculos tanto religiosos como culturales que han mantenido históricamente en Medio Oriente el judaísmo y el Islam, acá en Argentina, ambas colectividades ante el escenario de división que quieren conformar con este conflicto, ¿sostienen una comunicación?.
Están, digamos, las instituciones, que tampoco hay que creer que son representativas de toda la comunidad, de un lado y del otro.
Institucionalmente, algunos tienen relación, no todas, pero con los judíos, sobre todo en Buenos Aires donde hay muchos judíos, hay relaciones en comunicación, digamos, hay contacto con algunos, no a nivel institucional, particular, nosotros no tenemos al nivel institucional, salvo algunas agrupaciones y demás que en tanto que son críticas de lo que está haciendo Israel en nombre de los judíos nosotros encontramos un terreno como para tener una relación, una amistad, ahora con lo que defiende al sionismo nosotros lo rechazamos, es muy difícil establecer un diálogo con quienes apoyan al sionismo abiertamente. Nosotros no tenemos ningún problema, de hecho hemos dialogado muchas veces en televisión con la intermediación de algunos moderadores, pero son diálogos muy complejos, porque ellos tienen la comodidad del poder y entonces desde ahí censuran tienen la licencia de mentir, falsificar, pero no pueden ocultar el genocidio que están haciendo y que con la Corte de Justicia Internacional, las Naciones Unidas, los organismos derechos humanos, todo lo condena, de hecho una crítica muy fuerte que se le hace al régimen de Netanyahu es que ha puesto a Israel en un lugar muy negativo ante la opinión mundial, y eso es un hecho que no lo pueden soslayar, de hecho, se le critica que el costo que está pagando para en su declaración de que va a liberar a los rehenes, o que va a acabar con Hamas, es un costo tremendo, injustificable y que deja en muy mala posición, y muchos judíos lo rechazan abiertamente con lo cual están en el mismo pensamiento que nosotros.
Y como menciona al sionismo y con el explícito conocimiento que tenemos sobre la influencia del mismo en el actual gobierno de Javier Milei, ¿se presenta el mismo tipo de influencia en algunos países y naciones árabes del mundo islámico, la influencia de Israel en las políticas internas de esos países?.
Sheij: Todos los gobiernos que han sido plantados por Inglaterra son proclives a tener relaciones con el sionismo.
¿Como cuáles?
Sea que lo hacen por debajo de la mesa algunos o abiertamente otros. Bueno, están aquellos países que firmaron acuerdos con Israel, como Jordania, Egipto, Marruecos, últimamente han aceptado tener relaciones con Israel, Qatar o Emiratos.
¿Eso es algo a nivel institucional o es algo que los pueblos de esos países coinciden?
Bueno, institucional, dado que son monarquías, mucha representación popular no hay, por eso, son gobiernos que están apoyados por los mismos que apoyan a Israel, pero no son representativos de la gente, de ninguna manera. El mundo islámico, si se lo deja libre, se ve por ejemplo en los estadios de fútbol, las manifestaciones que tienen lugar para poder expresarse, se vio en Qatar en el Mundial, cuando fueron rechazados los periodistas de Israel. Se ven en todo el mundo, el apoyo popular está con Palestina, sin duda, así que bueno, también el mundo islámico está haciendo el proceso de descolonización de liberación, así que a futuro, en la medida que el mundo islámico se independice, va a terminar esta ocupación de Palestina.
Finalizada la entrevista me quedé contemplando en el paisaje de la manifestación el gran desafío comunicacional que implica romper el cerco de los prejuicios. La conciencia soberana de los pueblos, es el principio de solidaridad que se sobrepone a la reacción egoísta de oponerse a todo aquello que no coincide con los sistemas de valores utilitarios, propios de occidente. Sobre esto último encuentro en la referencia hecha hacia los hipócritas, quienes parasitan símbolos, religiones y gobiernos para hacerse con el resonador representativo de sus intereses y disimularlo con los sentimientos de comunidad de los pueblos, y no hay medio coercitivo más eficiente y antiguo que el miedo para someter en la confusión y la inseguridad a un pueblo.
Empezando por el desconocimiento del otro, que, como si fuera un desierto agresivo a la sed domesticadora de nuestros impulsos, incentiva la virtualidad de espejismos con los que descargar ansiosas sentencias que solo alimentan la soledad en el desierto de la ignorancia.
Ser conscientes de aquello que nos hace un pueblo nos permite alfabetizar las injusticias y tomarlas como propias, en la potencialidad que implica ser nosotros también afectados por ellas. La historia contada por Karim nos invita a adentrarnos a un historicismo de las acciones, abandonando los relativismos selectivos, por una moral reflexiva del lugar que le corresponde a los pueblos, en su justicia, en el mundo.
El accionar asesino de las fuerzas paramilitares del régimen político de Ucrania, al eliminar y expulsar de sus hogares a los pobladores de etnia rusa del Donbass desde el 2014, el Al-Nakba sufrido por el pueblo palestino entre 1946 y 1948, y la reciente disolución, a principios de enero del año actual, de la república de Artsaj, con el éxodo del pueblo armenio por parte de las fuerzas azeríes, son ejemplos que nos invitan a interpelarnos como pueblo y distinguir de toda causa a aquellos actores que resisten en la justicia de su tierra de quienes buscan conquistarla por la fuerza de las bestias.
Por Joshua Lentulus Aivazian.
